Hablar del Atticgo BM Elche es hablar de Joaquín Rocamora, así como hablar de Joaquín Rocamora es hablar del Atticgo BM Elche. Equipo y entrenador, entrenador y equipo. Dos elementos que han formado una simbiosis perfecta, en donde el crecimiento de ambos ha ido de la mano a base de éxitos que se han ido cocinado a fuego lento. La clasificación para la fase de grupos de la EHF European league Women 2024/2025 ha aterrizado en el pabellón Esperanza Lag en una nueva temporada en la que el equipo franjiverde ha iniciado su enésimo ciclo de la mano del técnico oriolano. La salida de jugadoras importantes en tareas ofensivas como Danila So Delgado, Pipy Wolfs, Tessa Van Zijl o Alexandra do Nascimento; además de la pérdida de experiencia con el adiós de otras como Nuria Andreu o Katia Zhukova, dibujaba un curso de transición en donde las alegrías de los títulos apuntaban a tener como relevo el sufrimiento de tener que volver a empezar.
La realidad es que este Atticgo BM Elche crece partido a partido y se construye entrenamiento a entrenamiento, pero el ADN ganador, inconformista y rebelde del grupo de jugadoras que dirige Joaquín Rocamora permite seguir saboreando alegrías. La primera de la temporada fue el permitirse eliminar en semifinales de la Supercopa Ibérica al Sport Lisboa e Benfica portugués, todo un clásico del balonmano luso, para jugar la final y volver a optar, apenas tres meses después, a un nuevo título continental, tras la EHF European Cup conquistada la pasada campaña. Ahora, el equipo franjiverde ha escrito la hazaña más gloriosa de la sexagenaria historia del CBM Elche. El Atticgo BM Elche es uno de los mejores treinta y dos equipos de Europa, gracias a su heroica eliminatoria ante el HC Lokomotiva de Zagreb que le ha abierto las puertas de la EHF European League Women 2024/2025.
Joaquín Rocamora todavía recuerda aquella primera semana del mes de enero del año 2016 cuando asumió las riendas de un equipo que peleaba por evitar el descenso a la categoría de plata del balonmano femenino español, hundido en la zona baja de la clasificación de la actual Liga Guerreras Iberdrola. Ahora, diez temporadas después, en el penúltimo mes del año 2024, el entrenador oriolano no sólo ha sido capaz de convertir al Atticgo BM Elche en un equipo ganador en España (Copa de la Reina, Supercopa de España y fase regular de la Liga Guerreas Iberdrola) sino que también le ha dado el impulso necesario para brillar en Europa (EHF European Cup) y hacer realidad un sueño impensable como es el estar en el segundo peldaño del balonmano femenino continental, compitiendo entre los mejores equipos.
Apuesta personal
El entrenador oriolano se ha atrevido a mandarle un mensaje a su yo del pasado para decirle “que lo disfrute” y ha repetido “mi gratitud al CBM Elche por el tiempo que me ha dado para formarme. Ahora estoy muy orgulloso, y me siento muy representado por los valores de este equipo”. El técnico ha explicado que “estar en la European League es una muesca más en el revólver, una nota más que metemos en el currículum personal del club y en el mío, y para mí es la leche. Me siento muy valorado en el balonmano español, pero no tengo todavía ni cuarenta años. Gracias al CBM Elche he podido desarrollarme y mejorar, ojalá pueda seguir escribiendo más páginas y estar más años”. Rocamora ha finalizado recordando que “han sido muchas horas de trabajo y de crecimiento. Fue una apuesta personal mía, me dejé la docencia para poder vivir del alto rendimiento y lo estoy disfrutando mucho”.
Texto: Jerónimo Tormo / Fotografía: CBM Elche