No hay mal que cine años dure, menos aún cuando se lucha para revertir una situación. Tampoco es que el Atticgo BM Elche haya cambiado su forma de trabajar. Todo lo contrario. El equipo de Sergio Belda ha sido fiel a su idea de balonmano para darle la vuelta a una situación en la que el entrenador siempre ha enviado un mensaje, poder disponer de toda la plantilla para estar al 100% y estar más cerca de la victoria. El resurgir del conjunto ilicitano ha llegado de la mano de las altas procedentes de la enfermería y la reconstrucción de un grupo competitivo.
El regreso de jugadores como Alberto Casals, lesionado y operado durante el pasado curso, o la intermitencia de Tomás Fuentes y Adrián Navarro, por percances médicos sufridos durante la presente campaña, habían sido inconvenientes de profunda inconveniencia para que el Atticgo BM Elche pudiera desarrollar su juego, sin olvidar ausencias puntuales, también debido a lesiones que han salpicado el día a día franjiverde, en lo que llevamos de temporada; de Carlos Murcia, David Vinader o Diego Rocamora (sin olvidar las de larga duración como Yago Torres o Hugo Téllez).
Grupo al completo
Tampoco hay que olvidar el plus que ha supuesto la incorporación de Maël Vandelannoote que, no sólo ha subido el nivel, sino que también ha permitido a Sergio Belda repartir descansos durante los partidos; así como el paso al frente de jugadores juveniles como Paco García que han aprovechado las oportunidades que el entrenador ilicitano ha dado. La conclusión, un nuevo grupo, muy diferente al que inició la temporada, pero siempre apoyado en la base de jugadores de la casa, que ha logrado a base de trabajo y de nunca bajar los brazos, salir de la zona de descenso y depender de sí mismo al Atticgo BM Elche en la recta final del curso.
Los ilicitanos tienen por delante siete partidos, tres en el Esperanza Lag y cuatro a domicilio, para intentar que el objetivo permanencia, ahora encauzado, pueda ser una realidad. El calendario franjiverde hará que los de Sergio Belda tengan tres partidos marcados en rojo, que se jugarán de manera consecutiva, ante CBM MN Torrevieja. Agringenia Asociación BM Abaranera y UCAM BM Murcia (el primero y el tercero a domicilio, el segundo como local). Los torrevejenses están dos puntos por encima, mientras que los dos equipos murcianos son decimoterceros, con un punto más, y colista, con dos puntos menos.
Además, la temporada también tiene marcados dos duelos directos entre los rivales de los franjiverde que llaman poderosamente la atención. CB Maristas Algemesí-Agringenia Asociación BM Abaranera y UCAM BM Murcia-CBM MN Torrevieja, partidos que hará que los equipos implicados se quiten puntos, pero que también obligarán al Atticgo BM Elche a sumar puntos para contrarrestar el efecto de aquellos conjuntos que los consigan y convertir el sprint final de temporada en un reto tan apasionante como competido, para luchar por no caer en las dos últimas posiciones que harán estar la próxima campaña en Segunda Nacional.
Recta final
Sergio Belda, entrenador del Atticgo BM Elche, destacaba tras la victoria del pasado sábado que “este es el primer paso, la primera final. Era muy importante, además tenemos ganado el goalaverage y nos ponemos por delante. Poder respirar después de veintidós jornadas, y poder acostarnos fuera de descenso, era nuestro objetivo. El equipo se lo merecía”. El ilicitano recordaba que “el equipo ha ido creciendo y ganando confianza, demostrando que puede dar guerra”. La siguiente final, primera para defender puesto de salvación, será el próximo sábado, desde las 17:30 horas, ante el L’Arancina Handbol Mallorca, en tierras baleares.
Texto: Jerónimo Tormo / Fotografía: CBM Elche